30 may 2016

La Ruta del Fin del Mundo

Desde que salimos de Villa O'higgins comenzamos a planificar un día a la vez según el clima, se veía que en Calafate seguiría presente el sol y poca lluvia por lo que decidimos seguir avanzando, parece que realmente se está atrasando el invierno, y eso es bueno para nosotros. 

Pero antes nos fuimos a la Laguna del Desierto o Lago del Desierto como le dicen ahora los argentinos. 

Hacia la Laguna del Desierto


La Laguna del Desierto estuvo muchas veces en conflicto hasta que en año 1994 un tribunal internacional le dio los 480 km2 en cuestión a Argentina y se ratificó en el 95. 

Nosotros queríamos ver aquél lugar que le había pertenecido a Chile y tratar de entender el conflicto, es por eso que a los pocos kms recorridos ya habíamos entendido porque Chile perdió este territorio y cómo es que está cerca de perder otros más. En los mapas de Chile hay un cuadrado que dice “Está pendiente establecer los límites”, justo en esta zona de El Chaltén y de Campos de Hielo, pero en los mapas argentinos aquella área ya la marcan como propia. Y obvio!,

Chile no tiene conexión con este lugar, no hay caminos ni forma de llegar, en cambio los argentinos se han preocupado de tener un camino, aunque sea ripiado, pero en buen estado para llegar hasta estos lugares, de hecho acá en Chaltén, se ofrecen caminatas por Campos de Hielo pasándose al lado chileno, aunque en el mapa aparece como argentino, deben hacer aduana para pasar por ahí, entendiendo entonces que legalmente, es frontera con Chile.

El camino hacia el Lago del Desierto, en algunos tramos está descuidado y en otros en muy buen estado, una extraña dualidad. Para nosotros que gustamos del off-road es excelente!
Nos vamos metiendo en bosques frondosos y ascendiendo constantemente, a veces se torna angosto, otras veces caben dos camiones sin problemas. Son como 30 kms los cuales recorremos más rápido de lo pensado. Hay bastante transito de vehículos por lo que hay que ir con precaución.

Antes de llegar al área de estacionamiento nos encontramos con este hito donde nos cuentan un poco de la historia del lugar.




En los estacionamientos nos encontramos con varios argentinos que andaban paseando y se sorprendieron mucho de vernos llegar, era como si realmente viniéramos bajando de una nave espacial. En ese momento teníamos 6 mil kms desde que salimos de Santiago, cuando nos preguntaron cuánto llevábamos de ruta, todos emitían sonidos de asombro y sorpresa. Había una chica en particular que era muy expresiva y estaba fascinada con Susan.

Dejamos los cascos y recorrimos el lugar, hay para hacer algunas caminatas y se puede navegar también la laguna, nosotros solo nos conformamos con sacar algunas fotos desde el muelle, donde hay gendarmes argentinos, y seguir nuestro rumbo.
No nos impresionó tanto la laguna, no es colosalmente hermosa, no al menos desde el muelle. Sí la vegetación que la rodea es maravillosa. Aun así, entendemos que la importancia de este punto va mucho más allá de ser solo belleza escénica.

En el muelle

La Laguna del Desierto

Nos sacamos las fotos respectivas y ahora entendemos un poco más la historia que rodea esta zona. Nos volvimos a equipar y volvimos a Chaltén por nuestras cosas, dejamos el equipaje en el hostel. Nos despedimos una vez más de Javier, Sabrina y el perrito Indio de Andamos Andando, cargamos nuestras mochilas y nos dispusimos a seguir la ruta, el clima nos acompañaba, no hacía frío y ahora tendríamos viento de cola y como se notó!!

Andamos Andando y los motógrafos!!

Pudimos avanzar rápidamente hasta Calafate sin novedades en la ruta, siempre en compañía del viento. 
Buscamos alojamiento largo rato pues habían varios hostel de mochileros ya cerrados por la temporada baja y los que estaban abiertos estaban más o menos caros. Llegamos a uno que se veía ultra "cuico", decía hotel-hostel-restauran. El hostel con habitación compartida estaba buen precio y compartimos la habitación, por primera vez, con 6 franceses. Poco comunicativos pero ordenados y respetuosos en la noche. Las motos quedaron estacionadas en la terraza y una vez más nos arriesgamos dejando las motos cargadas. Pensé que sería más seguro dejar las mochilas ahí que en la habitación. 

Llegamos de día pero buscando alojamiento se nos hizo de noche, y pese a que el hostel tiene cocina compartida esa noche decidimos comer afuera, en el camino vimos una "picá" re buena. Era el Aike Pancho. Pasamos a comernos unos panchos, que delicia!! Te dan la opción de armarlo a tu pinta con elección de 3 salsas, las que quieras. Maravilloso. La chica que lo atiende es muy buena honda

Calafate es una ciudad bien turística, grande y ordenada. La recorrimos bastante buscando alojamiento y ahora en la mañana nuevamente, viendo que se podía hacer. En una de las agencias nos dicen que hoy es buen día para ir al Parque Nacional Los Glaciares ya que mañana posiblemente llueva y no se pueda ver nada, así que rápidamente nos fuimos a buscar la moto de Susan, dejamos la mía durmiendo y nos fuimos al Glaciar Perito Moreno.


La ruta es muy entretenida, curvas pronunciadas en un camino asfaltado excelente y el paisaje es fabuloso. Fuimos al embarcadero llamado "Safari nautico" para preguntar por los precios, aunque nos parecía un poco caro habíamos leído que vale la pena hacerlo, y tenían razón. 

La entrada para los chilenos al parque tiene un costo de 180 pesos argentinos por persona (CLP 8.100), aunque me hice pasar por trasandino me descubrieron inmediatamente, el guardaparques me dijo que sólo me faltó el "boludo", que si lo digo al final de cada frase pasaré piola, así que nos despedimos mutuamente tratándonos de boludos!! 

Shagan!!

Nuestra embarcación se llamaba Yagan (Shagan), y la chica que nos iba contando lo que veíamos en varías ocasiones decía que íbamos a dar gracias porque no estaba el “innombrable” y teníamos un día como nunca, despejado y sin viento. Hizo muchas veces hincapié en eso… al parecer el viento nos había dado tregua, aunque según nosotros no había estado tan fuerte, no al menos como nos habían dicho que era.

Este año, en el verano, el Puente de hielo que se forma hacia el magnífico e imponente Glaciar Perito Moreno, se había caído, un proceso que no es primera vez que se da, cada cierta cantidad de años se vuelve a formar ese Puente de hielo y luego se cae. El glaciar es gigantesco, sin embargo es una pequeña parte de lo que realmente es Campos de Hielo, la tercera porción de agua dulce más grande del mundo, después de la Antártida y Groenlandia…




Trekking sobre el glaciar



Captamos innumerables fotos realmente impresionantes, y una secuencia de una mega ruptura en el hielo, colosal, Susan captó la secuencia completa, yo solo puede tomar esta foto de eso.

Ruptura vista desde la pasarela


Lo más tristes es que cuando nos robaron (días después de esto en Puerto Natales), se fue la tarjeta de memoria donde estaban las fotos que tomó Susan, que por cierto son mucho mejores que las mías. Es lo que más duele del robo.

Aun así, tenemos estas fotos que no dejan de maravillar. Después de navegar por el frente del glaciar, fuimos a caminar por las pasarelas y miradores que han construido para poder observar esta belleza de la naturaleza. Como es otoño, podemos contemplar la transición de los cambios de colores de las hojas caducifolias. Qué espectáculo. La Patagonia argentina y chilena es maravillosa y cautiva.

Glaciar Perito Moreno desde las pasarelas



Volvimos a Calafate antes del atardecer, se nota que la temperatura está bajando y que el invierno se acerca, cada vez hace más frío y más temprano. Nos toca el cambio de aceite, pero cuando fuimos a preguntar, el litro de aceite estaba muy caro! Por lo que decidimos continuar hasta Puerto Natales y hacer allá el cambio. Revisamos el pronóstico y se viene la lluvia, probablemente nieve también.
Acá en Calafate hay un lugar llamado GlacioBar, teníamos la intención de ir pero en realidad gastarnos esa plata en solo 25 minutos (puedes tomar todo lo que puedas, en los 25 mins que se supone puedes estar dentro, por el frío), en algo más atractivo y menos artificial.

Salimos de Calafate temprano, mucho más de lo habitual en caso que efectivamente lloviera, sin embargo como hasta ahora, hemos esquivado la lluvia y el sol nos sigue a todos lados. Íbamos con los trajes de lluvia por si acaso y nos dirigimos hacia el Turbio para cruzar en el Paso Dorotea hacia Natales. La aduana argentina como siempre, no supone ningún problema, menos en moto, la chilena, como todos saben, siempre es distinta.

Hemos aprendido que, por alguna razón cuando vamos en moto, cruzar a Chile ha sido mucho más fácil que mochileando o en auto. De todos los cruces que hemos hecho, siempre, pero siempre, están más enfocados en las motos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, cuántos km/l rinde, etc.

Última estación de servicio antes del Turbio en Tapi Aike

Esta vez parecía ser diferente, nos recibe un “gallo” del SAG (Servicio Agricola y Ganadero) que son los más fregados, con cara de muy pocos amigos, y nos manda a timbrar los papeles de migración.
-Y después vuelven acá para revisar el equipaje.- agregó medio enojado.

Hicimos los papeles y antes de nosotros iban unos brasileños en una camioneta, se dirigían a una competencia, UltraFiord, una Carrera de Aventura bien extrema que se iba a realizar esos días en Torres del Paine. A ellos les hicieron bajar todo el equipaje y pasarlo por los rayos X, ahora nos tocaba a nosotros.

En la declaración de lo que hago ingreso, siempre pongo que traigo productos de origen vegetal y/o animal, como es el arroz, hierba mate, miel, etc. Cuando nos toca pasar, el rostro del hombre ya no era tan enojado, ni revisó los papeles, solo nos empezó a preguntar por las motos y el viaje!!
Luego de hablar un rato me preguntó si llevaba algo, le dije que sí, miel, se despidió alegremente de nosotros y nos fuimos, sin haber revisado nada del equipaje, una vez más. Que rico esto de andar en moto!!

A los pocos kms que comenzamos a dejar atrás el paso, empezó a llover, el aroma a tierra mojada y a flores era muy dulce, que maravilla. Es otra de las cosas especiales de viajar en moto, te conectas mucho más con todo, es más intenso. 

No hacía frío pero estaba bien nublado, así que no pudimos ver los cerros a lo lejos. Antes de llegar a Puerto Natales nos recibe un letrero que decía “Ruta del Fin del Mundo”, así nos daban la bienvenida a lo que era realmente el comienzo del fin del mundo.

Ruta del Fin del Mundo

Al llegar a  Natales, nos encontramos una tenue llovizna, que alegría!! Celebramos ahí mismo en la costanera, estábamos felices. Ya desde Villa O’higgins que veníamos pensando en dar la vuelta creyendo que el clima no sería favorable, pero acá estábamos, hace 9 años yo había venido y al fin regresaba, aquí estábamos, en Natales, entrada a Torres del Paine y el inicio del fin del mundo. Qué genial!

Celebrando en Natales!

Pasamos a informaciones turísticas y luego fuimos a buscar alojamiento. Una vez más por ser temporada baja había poco disponibilidad, a demás que esta competencia del UltraFiord había atraído a varios turistas, hacía que fuese difícil encontrar alojamiento. Así llegamos al Mwono, tenia lo justo y necesario a 9 lucas por persona la cama en pieza compartida y 20 lucas la matrimonial. Obvio, aunque no estamos matrimoniados, nos vamos a esa, jajaja.

Y la felicidad que desbordábamos llegó hasta acá. Le preguntamos al "creepy" recepcionista de la hostal, que en ese momento pensamos era el dueño, por estacionamiento, habíamos visto que atrás había uno grande pero nos dijo que no era de ellos y que no lo podíamos usar.

Bueno, ya habíamos dejado las motos afuera en diversos lugares y veníamos confiados en que en la Patagonia no pasa nada, sabíamos que en Punta Arenas había que tener cuidado por ser más grande, pero nos confiamos en Natales, dejamos las mochilas en las motos, las cubrimos con las carpas y nos fuimos a comer algo, fuimos a una picada muy buena!

No paró de llover esa tarde y había mucho viento. Regresamos a la hostal y un nuevo error, no subimos las mochilas, nos metimos a la hostal y nos pusimos a conversar con el recepcionista, un “gallo” bien raro, tenía cara de hablar poco y de decir “no me webeen”.  Su expresión también era bien rara, había algo en su rostro, como que hablaba, cuando hablaba, sin expresión alguna.

Nos preguntó por las motos, con la excusa que se quería comprar una, el equipamiento y lo que traíamos para viajar, cada cierto rato yo miraba por la ventana y ahí estaban nuestras motos, tranquilitas y estoicas frente al viento.

Pasó el rato y no sacamos la carga, cuando me asomé a mirar nuevamente era muy tarde. Vi una de las amarras en el suelo, el viento inflaba la carpa por lo que de lejos no se veía si las mochilas estaban o no ahí, pero esa amarra en el suelo me llamó la atención, no se podía haber caído sola. Fui a ver y mis temores se comprobaron, nos habían robado las dos mochilas.

El bidón de combustible seguía ahí, también los spray para lubricar la cadena, nos rompieron las amarras de la carpa y se habían llevado el equipaje. Las maletas no mostraban signos de haber sido forzadas, todo el contenido estaba ahí.

La rabia, la impotencia y saber que mayormente era culpa nuestra por confiados no nos dejaba pensar bien. Hicimos la denuncia que de nada sirve, incluso el mismo “paco” le decía a Susan que no hiciera la denuncia "total ellos no iban a investigar y no harían nada si nosotros no teníamos un sospechoso"!!

Más encima hay que hacerles la pega. Recorrimos Natales, hablamos con toda la gente y les contamos lo que nos había pasado, lo publicamos en diversas paginas de Facebook e incluso salimos en el diario, en el Pinguino, pero nada.

Al rato aparece la dueña de la hostal y nos dice que sí se puede usar el estacionamiento y que el "wn" nos dio mal la información, yo lo encaré pero la verdad no había mucho más que hacer, sin pruebas era sólo una corazonada y nuestra palabra, nada más. Él si se disculpó conmigo diciendo que había sido un mal entendido. 

La Aventura comienza cuando algo sale mal… 

Agradecemos a todos nuestros amigos y familiares que nos ayudaron en ese momento tan amargo, a Andrés, el Rey de la Bicicleta de Natales y a todos los que nos tendieron una mano, Jaime, Álvaro, Javier, muchas gracias!!

Después del robo la decisión era una sola, ir a pasar el mal rato a las Torres del Paine, después de todo a eso vinimos, el viaje continua y la lección ya la aprendimos, dura y cara pero la aprendimos!!

Un adelanto de nuestra aventura en Torres del Paine

Sin embargo no pudimos salir ese día, estaba nevando en Natales, habían cerrado el Paso Dorotea, nevaba en Ushuaia y en Río Grande y nos podíamos ir a Punta Arenas tampoco, la primera Nevada de la temporada había sido fuerte. El panorama no era muy alentador, estábamos atrapados en Natales, al menos por unos días, pero aun teníamos motos, nuestras Falcon Rockeras estaban bien y nosotros también, no nos robaron documentación ni plata, el viaje puede continuar...


Algunos preguntaron por número de cuenta para ayudarnos, acá les dejo el mío, muchas gracias a todas y todos por involucrarse en nuestro sueño y en nuestra aventura!! 

Cuenta corriente 1-555-004537-6 del Banco Falabella, Ariel Cantillana R. Rut: 13941480-2. Email: arielcantillana@gmail.com

Buenos vientos y buenas rutas para todas y todos. Nosotros seguimos motografiando América Latina!!!

26 may 2016

Encuentros en Chaltén

Pasamos sólo una noche en Gobernador Gregores, un poblado tranquilo y no muy caro, aunque estamos en abril y ya unos viajeros nos dijeron que en Chaltén están cerrando por el final de la temporada. 

La noche anterior estuvo extremadamente fría, nos costó recuperar la temperatura por lo que nos prometemos no volver a manejar de noche ya está haciendo mucho frío después de las 20.00 (estábamos a principios de abril), de día hasta ahora no hay problemas, pero llegar a las 22.00 hrs ya es muy tarde, a demás que comenzamos a conocer al Viento Patagón, aunque no se ha presentado en su máxima expresión. 

Desde Gobernador Gregores salimos antes del medio día, nos habían dicho que quedaban unos 73 kms aun de ripio y así fue, al poco rato de salir de G. Gregores nos encontramos con el peor ripio suelto de toda la ruta. No había mucha calamina pero sí grandes bolones y constantes reparaciones en este tramo por lo que no pudimos avanzar muy rápido en éste tramo. También nos encontramos con mucha arena y el viento nos empezaba a hacer compañía tímidamente. 


Pese al ripio suelto, ésta citroneta iba pisteando a lo campeón!

Por fortuna logramos pasar este tramo sin complicaciones ni caídas, aunque los últimos metros antes del asfalto, quizás por ansiedad, fueron los más duros. 


Ruta 40

La idea era pasar a cargar combustible a Tres Lagos y llegar ese día a Chalten, la temperatura era agradable y no tuvimos mucho viento. Tres Lagos es un pueblo pequeño y la única estación de servicio está a un par de kilómetros fuera del pueblo, pasamos a cargar y aprovechamos de dejar uno de nuestros adhesivos en los ventanales de la estación, tal y como lo hicieron muchos otros motoviajeros antes que nosotros. Acá en la Patagonia Argentina se ven mucho más adhesivos de motociclistas recorriendo América o dando la vuelta al mundo, no sólo en moto, sino también en distintas variedades de motorhome y bicicleta. Susan y yo consideramos a éstos últimos una clase distinta de viajeros y aventureros. Todos nuestros respetos a los ciclistas que recorren el mundo sobre ruedas.

Justo éste día venía pensando en si estábamos preparados para un pinchazo ya que Andrés Pérez de Motocultura subió a Facebook una foto contando que en Tierra del Fuego pinchó en 20 kms dos veces. Y qué creen... a 20 kms saliendo de Tres Lagos siento extraña la moto por lo que suelto bruscamente el acelerador y reduzco la velocidad, la cola de la moto se movía de allá para acá. Mi primer pinchazo a 120 km/h. Al comienzo me asusté pues no sabía que pasaba, luego al bajar la velocidad la moto se estabilizó y como Susan venía detrás inmediatamente me dijo, pinchaste!! 


Debido al peso tuve que sacar esa maleta y aprovechamos de ponerla por si la moto se caía, al igual que la mochila al otro lado

 Activamos protocolo "anti pinchazos" (inventado en ese momento). Eran las 17:00 hrs, nos quedaban algo así como 110 kms para llegar a Chalten y no había viento, qué maravilla. Eso nos permitió hacer la maniobra con total comodidad. Primero le puse la espuma que infla y sella el neumático, sin embargo no funcionó, yo nunca la había usado pero sí la había visto actuar y sabía que sí funcionaba. No fue mi caso. 

Luego Susan sacó el pequeño compresor que llevamos, lo conectamos a la entrada de 12v que le instalamos en Santiago y no logró inflar nada -no infla ni globos- le dije a Susan. Finalmente saqué el bombín, sí, un bombin de bicicleta que me habían dicho podía funcionar y nada. 

Habían pasado más o menos 30 mins y la siguiente maniobra era desmontar el neumático para cambiar la cámara e intentar inflar. Susan había probado el compresor en Santiago y se suponía que funcionaba, sin embargo estábamos tan cerca de Tres Lagos que le dije -Mira, saquemos la rueda, te la llevas a una gomería mientras yo me quedo cuidando la moto- y así lo hicimos. 


Susan al rescate, una vez más!!

Nos quedaba máximo una hora de luz día así que debíamos actuar rápido, sacamos la rueda y dejamos la moto apoyada en ésta "pata secundaria" que nos regaló uno de nuestros auspiciadores, Pablo Zúñiga de Indo Trail, muchas gracias amigo, nos salvaste a la distancia ese día!!! 


Parte de la carga como mudos testigos de lo que ocurría

Muchas gracias Pablo!!

Mientras Susan iba a Tres Lagos yo saqué la cocinilla, la olla y me puse a preparar una sopa para esperarla con algo caliente al volver. Pasaron muchos vehículos por mi lado mientras yo cuidaba de que la ráfaga de los camiones no botara a mi hermosa montura. En eso paró una pareja de gringos en una camioneta con patente chilena para ofrecerme ayuda pero les dije que estaba solucionado, también paró un gaucho argentino con el que hablamos largo rato, me ofreció llevar la moto a Tres Lagos pero yo sabía que Susan estaba por volver, fue muy cordial y ameno, luego siguió su rumbo.  


Preparando una sopita

Tal y como yo pensaba, Susan ya estaba de vuelta justo cuando yo terminaba de hervir el agua para la sopa instantánea. Nos tomamos la sopa, volvimos a poner la rueda y tensamos la cadena. Aunque eran las 19:00 hrs y estaba oscureciendo, no había viento, así que por un momento pensamos en seguir los cerca de 100 kms que nos faltaban para llegar a Chalten, sin embargo en ese momento comenzó a soplar bien fuerte, nos habíamos prometido no manejar de noche por lo que cumplimos aquella promesa. Hicimos bien. 


La maniobra se hace más fácil si trabamos el freno delantero para que la moto no se desplace



El pinchazo era de más de un centímetro, por eso no funcionó ninguno de nuestros "protocolos anti-pinchazos".

Pasamos la noche en Tres Lagos, el hostel más económico y hondero del lugar estaba lleno y los alojamientos eran más o menos caros, así que nos quedamos en una especie de residencial que tenía estacionamiento cerrado para la moto. 

A la mañana siguiente, una vez más, nos levantamos tarde y ya desde el medio día hacía frío, era evidente que estaba bajando la temperatura. Ya a los pocos kms al salir de Tres Lagos Shenu, el viento de la Patagonia nos comenzó a hacer compañía y nos fuimos así, en compañía del viento todo el camino hasta El Chaltén, o simplemente Chaltén como le dice la mayoría. 

Desde lejos se pueden apreciar los cerros y cumbres emblemáticas de éste lugar que asegura ser "la Capital del Trekking", el viento era muy fuerte pero la vista era hermosa. De haber llegado de noche, no habríamos visto nada esto.


Llegando a Chaltén con mucho viento de frente




Chaltén es un pueblo de montaña enclavado dentro del Parque Nacional. Por lo mismo la única estación de servicio está afuera del pueblo. Dimos muchas vueltas buscando alojamiento ya que como nos habían dicho, muchos establecimientos, incluyendo todos los camping, tenían un letrero que decía: "See you next season"... 



Finalmente nos quedamos en el hostel Glaciar Marconi. El encargado es un argentino muy buena onda que dice haber sido uno de los primeros 5 habitantes de Chaltén, curiosamente conoce a Fili de El Mosco en Villa O'higgins. Aunque le dije mi nombre un par de veces me bautizó como "Chile", y así me saludó o se refirió a mi durante los días que estuvimos ahí. Hey Chile, Cómo estás Chile, me ayudas acá Chie? Situación que no me molestó en absoluto. 

Que ganas de escalar!! Chaltén es el paraíso de la escalada, sin embargo no trajimos equipo para escalar en roca, ni para hacer boulder, y no quise preguntar los precios de los arriendos para no tentarme. Puedo volver a escalar en otra oportunidad, volver hasta acá en moto es menos probable. 

Susan y yo revisamos algunos mapas para decidir qué hacer, debimos haber preguntado un poco más. Hay un trekking muy bueno que se puede hacer en 2 o 3 días dependiendo de tu ritmo. Sales de Chalten en dirección hacia el Cerro Torre y la Laguna Torre. Acá hay varios sitios de acampada que nos habían dicho eran demasiado agrestes, que no había nada. La verdad es que los camping están muy buenos, sí es cierto que no hay luz eléctrica, pero hay baños y agua potable, a demás las carpas quedan entre los árboles y bosques protegidas del viento y la escarcha. Sí, ya había comenzado a escarchar varias noches seguidas. 

Como salimos mal informados decidimos hacer los dos trekking principales por separado, primero al Cerro Torre y luego hacia el mítico Fitz Roy y Laguna de los Tres. Lo mejor habría sido hacer ambos trekkings en la misma tirada ya que los senderos dentro del parque se conectan entre sí y no es necesario hacerlo en dos días, incluso se puede hacer en tres días para no sobre exigirse, aunque creo que con dos días se puede hacer bien y te ahorras el alojamiento ya que acá no te cobran entrada ni los camping. Esto nos gustó mucho ya que los senderos están muy bien marcados y muy transitables. 


Iniciando el sendero

Hay varias zonas demarcadas de recuperación que estaban erosionadas. Qué fenomenal! No pude evitar hacer la comparación con Cerro Castillo en Chile. Donde te cobran una entrada por nada. Senderos en mal estado, mal señalizados y no hay ni baño. Sin duda los argentinos venden la Patagonia mucho mejor que nosotros, tal como ellos mismos nos decían, aun cuando el lado Chileno es más lindo e inexplorado, pero el turismo sigue en pañales en nuestro país. 


En uno de los miradores

Salimos temprano hacia el Cerro Torre, hacía frío pero sabíamos que al pasar el día se pondría más tibio, y así fue. Comienza el sendero con una fuerte pendiente que afortunadamente no se mantuvo por mucho tiempo, el resto del camino es bastante agradable y las vistas son hermosas. Bosques oscuros y espesos, a ratos se abre el bosque y nos deja ver varias cumbres nevadas, había nevado hace pocos días y aun no se iba toda la nieve. Qué espectáculo. 


Hacia allá vamos

Susan me hace el comentario -parece que es temporada de asiáticos- aunque veíamos muchos extranjeros, muchos de ellos europeos y brasileños, la mayoría eran asiáticos, japoneses quizás.  

Durante el sendero que nos lleva a la Laguna Torre, se pueden ver diversos miradores que te aprontan a lo que verás al final, sin embargo cuando llegas tienes algunos sentimientos encontrados, por un lado resulta ser mucho más corto de lo que pensamos y aunque el Cerro Torre, apetecido por los escaladores, es impresionante, la laguna no lo es tanto debido al color café barroso. Para compensar pudimos ver gigantescos témpanos de hielo flotando en la laguna con diversas formas. Susan trató muchas veces de alcanzar uno hasta que lo logró para poder jugar con él, me encanta esta mujer! Es muy divertida. 










Nos hidratamos, comimos algo y quedamos con gusto a poco con la caminata, así que decidimos acercarnos más ya que hay otro sendero que va por una arista a la derecha que te permite ver desde más cerca el glaciar a los pies del Cerro Torre, para allá fuimos, que es una media hora más de caminata. 






Fue una gran decisión ya que pudimos observar desde mucho más cerca lo imponente y hermoso que es ese glaciar, el paisaje en general es bellísimo, las cumbres nevadas del Cerro Torre y los demás son impresionante. 






Estuvimos varias horas allá arriba contemplando el cerro y los témpanos, unos Caranchos llegaron al lado nuestro, esperamos el atardecer y decidimos bajar, llegamos de noche al pueblo pero nada muy complicado ya que llevamos nuestras linternas frontales y es fácil seguir las luces de la ciudad. 


Susan y su primer encuentro con un carancho





Al día siguiente conocimos una pareja de argentinos muy buena onda que viajan en un furgon, llevan 8 meses viajando y ya vienen de Ushuaia. Pueden seguir su viaje en Facebook Andamos andando. Conversamos largamente con ellos y compartimos unos mates, viajan con su perro también, por lo que no han podido entrar a todos los parques ya que no se puede entrar con mascotas. Aun así lo han disfrutado mucho, posiblemente nos volvamos a encontrar al regreso. 
Un abrazo gigante muchachos, nos vemos pronto!!



Bienvenidos!!

Sin dudas la Senda del Fitz Roy es la más transitada, desde temprano en la mañana se ven viajeros caminando, algunos sin equipaje como nosotros y otros full cargados como si no hubiese un mañana. A Susan le daba mucha risa las mujeres que abusaban de sus parejas, ellas con una mochilita pequeña y él con el ropero al hombro!! 



Éste sendero es menos seco que el del día anterior, los bosques son más verdes e intensos. Al igual que ayer, se abren diversos miradores que te muestran un atisbo de lo que verás al final. Esta caminata sí es más larga y desafiante, incluso los últimos kilómetros tienen una subida de la muerte, pendiente fuerte y bien escarpada. 
Es un sendero que graduaríamos como difícil. Muchos acampan acá, creo que es mucho mejor esa opción ya que el área de camping está cubierta por los árboles. 




Una vez que pasamos ésta fuerte pendiente podemos ver el lago a los pies del Fitz Roy,  el color del lago sí es hermoso, como los lagos y lagunas de la Patagonia. 
No estuvimos mucho rato acá porque llegamos con el tiempo justo y con las energías en lo justo también por lo que a los pocos minutos comenzamos el largo retorno. 
Decidimos no bajar por el mismo lugar y tomar un desvío por la Laguna Capri. Ibamos un poco tarde pero nos arriesgamos igual, y que gran acierto pues la laguna es bellisima, y ya con las últimas luces del día y sin viento pudimos apreciar el reflejo del Fitz Roy. Qué tremendo espectáculo. 




Llegando a Laguna Capri


Laguna Capri

Llegamos de noche una vez más pero sin problemas. Cansados pero absolutamente contentos por lo que habíamos logrado, preparamos la cena, conversamos con un gringo que venía en una VStrom desde Ushuaia en dirección a Santiago, ya estaba terminando su viaje. Intercambiamos adhesivos y nos fuimos a dormir. Lo pueden buscar como Unknown Roads

El día que dejamos Chalten nos despedimos de Bárbara, la chica argentina con la que habíamos hecho el trekking al Submarino en Villa O'higgins y nos ofreció alojamiento en su casa en Buenos Aires, ella vive allá y pronto se va de Chalten por el fin de temporada. 

También conocimos a unos argentinos motociclistas que nos tomaron la foto en el letrero de la entrada que viven en Bs As y nos invitaron a quedarnos en su casa. Es increíble el mundo de las motos y lo que provoca, cada día nos volvemos a asombrar de la buena onda y la fraternidad que hay. 



Este día sí nos levantamos temprano porque antes de dejar Chalten en dirección a Calafate, fuimos a visitar la Laguna del Desierto, pero esa historia se las contaremos en la próxima entrada de nuestra bitácora motográfica.


Expedición en moto y Andamos Andando

Sigan viajando con nosotros, se vienen más aventuras y desventuras en Calafate, Glaciar Perito Moreno, Torres del Paine, Tierra del Fuego y Ushuaia...


Y nos fuimos a la Laguna del Desierto

Buenos vientos y buenas rutas. El viaje continua!!

Agradecimientos a: Relieve.cl y Jaime Salas, Trail on fire, MotoCenter, Rodrigo Contreras, Pablo Zúñiga e Indotrail, Nómade Austral, Cristián Maragaño y MotoCamp Chile, Nina y Víctor, toda mi familia en Coyhaique, Ricardo y Cafetería La Nutria, 99% Aventura, Fili y El Mosco.