30 may 2016

La Ruta del Fin del Mundo

Desde que salimos de Villa O'higgins comenzamos a planificar un día a la vez según el clima, se veía que en Calafate seguiría presente el sol y poca lluvia por lo que decidimos seguir avanzando, parece que realmente se está atrasando el invierno, y eso es bueno para nosotros. 

Pero antes nos fuimos a la Laguna del Desierto o Lago del Desierto como le dicen ahora los argentinos. 

Hacia la Laguna del Desierto


La Laguna del Desierto estuvo muchas veces en conflicto hasta que en año 1994 un tribunal internacional le dio los 480 km2 en cuestión a Argentina y se ratificó en el 95. 

Nosotros queríamos ver aquél lugar que le había pertenecido a Chile y tratar de entender el conflicto, es por eso que a los pocos kms recorridos ya habíamos entendido porque Chile perdió este territorio y cómo es que está cerca de perder otros más. En los mapas de Chile hay un cuadrado que dice “Está pendiente establecer los límites”, justo en esta zona de El Chaltén y de Campos de Hielo, pero en los mapas argentinos aquella área ya la marcan como propia. Y obvio!,

Chile no tiene conexión con este lugar, no hay caminos ni forma de llegar, en cambio los argentinos se han preocupado de tener un camino, aunque sea ripiado, pero en buen estado para llegar hasta estos lugares, de hecho acá en Chaltén, se ofrecen caminatas por Campos de Hielo pasándose al lado chileno, aunque en el mapa aparece como argentino, deben hacer aduana para pasar por ahí, entendiendo entonces que legalmente, es frontera con Chile.

El camino hacia el Lago del Desierto, en algunos tramos está descuidado y en otros en muy buen estado, una extraña dualidad. Para nosotros que gustamos del off-road es excelente!
Nos vamos metiendo en bosques frondosos y ascendiendo constantemente, a veces se torna angosto, otras veces caben dos camiones sin problemas. Son como 30 kms los cuales recorremos más rápido de lo pensado. Hay bastante transito de vehículos por lo que hay que ir con precaución.

Antes de llegar al área de estacionamiento nos encontramos con este hito donde nos cuentan un poco de la historia del lugar.




En los estacionamientos nos encontramos con varios argentinos que andaban paseando y se sorprendieron mucho de vernos llegar, era como si realmente viniéramos bajando de una nave espacial. En ese momento teníamos 6 mil kms desde que salimos de Santiago, cuando nos preguntaron cuánto llevábamos de ruta, todos emitían sonidos de asombro y sorpresa. Había una chica en particular que era muy expresiva y estaba fascinada con Susan.

Dejamos los cascos y recorrimos el lugar, hay para hacer algunas caminatas y se puede navegar también la laguna, nosotros solo nos conformamos con sacar algunas fotos desde el muelle, donde hay gendarmes argentinos, y seguir nuestro rumbo.
No nos impresionó tanto la laguna, no es colosalmente hermosa, no al menos desde el muelle. Sí la vegetación que la rodea es maravillosa. Aun así, entendemos que la importancia de este punto va mucho más allá de ser solo belleza escénica.

En el muelle

La Laguna del Desierto

Nos sacamos las fotos respectivas y ahora entendemos un poco más la historia que rodea esta zona. Nos volvimos a equipar y volvimos a Chaltén por nuestras cosas, dejamos el equipaje en el hostel. Nos despedimos una vez más de Javier, Sabrina y el perrito Indio de Andamos Andando, cargamos nuestras mochilas y nos dispusimos a seguir la ruta, el clima nos acompañaba, no hacía frío y ahora tendríamos viento de cola y como se notó!!

Andamos Andando y los motógrafos!!

Pudimos avanzar rápidamente hasta Calafate sin novedades en la ruta, siempre en compañía del viento. 
Buscamos alojamiento largo rato pues habían varios hostel de mochileros ya cerrados por la temporada baja y los que estaban abiertos estaban más o menos caros. Llegamos a uno que se veía ultra "cuico", decía hotel-hostel-restauran. El hostel con habitación compartida estaba buen precio y compartimos la habitación, por primera vez, con 6 franceses. Poco comunicativos pero ordenados y respetuosos en la noche. Las motos quedaron estacionadas en la terraza y una vez más nos arriesgamos dejando las motos cargadas. Pensé que sería más seguro dejar las mochilas ahí que en la habitación. 

Llegamos de día pero buscando alojamiento se nos hizo de noche, y pese a que el hostel tiene cocina compartida esa noche decidimos comer afuera, en el camino vimos una "picá" re buena. Era el Aike Pancho. Pasamos a comernos unos panchos, que delicia!! Te dan la opción de armarlo a tu pinta con elección de 3 salsas, las que quieras. Maravilloso. La chica que lo atiende es muy buena honda

Calafate es una ciudad bien turística, grande y ordenada. La recorrimos bastante buscando alojamiento y ahora en la mañana nuevamente, viendo que se podía hacer. En una de las agencias nos dicen que hoy es buen día para ir al Parque Nacional Los Glaciares ya que mañana posiblemente llueva y no se pueda ver nada, así que rápidamente nos fuimos a buscar la moto de Susan, dejamos la mía durmiendo y nos fuimos al Glaciar Perito Moreno.


La ruta es muy entretenida, curvas pronunciadas en un camino asfaltado excelente y el paisaje es fabuloso. Fuimos al embarcadero llamado "Safari nautico" para preguntar por los precios, aunque nos parecía un poco caro habíamos leído que vale la pena hacerlo, y tenían razón. 

La entrada para los chilenos al parque tiene un costo de 180 pesos argentinos por persona (CLP 8.100), aunque me hice pasar por trasandino me descubrieron inmediatamente, el guardaparques me dijo que sólo me faltó el "boludo", que si lo digo al final de cada frase pasaré piola, así que nos despedimos mutuamente tratándonos de boludos!! 

Shagan!!

Nuestra embarcación se llamaba Yagan (Shagan), y la chica que nos iba contando lo que veíamos en varías ocasiones decía que íbamos a dar gracias porque no estaba el “innombrable” y teníamos un día como nunca, despejado y sin viento. Hizo muchas veces hincapié en eso… al parecer el viento nos había dado tregua, aunque según nosotros no había estado tan fuerte, no al menos como nos habían dicho que era.

Este año, en el verano, el Puente de hielo que se forma hacia el magnífico e imponente Glaciar Perito Moreno, se había caído, un proceso que no es primera vez que se da, cada cierta cantidad de años se vuelve a formar ese Puente de hielo y luego se cae. El glaciar es gigantesco, sin embargo es una pequeña parte de lo que realmente es Campos de Hielo, la tercera porción de agua dulce más grande del mundo, después de la Antártida y Groenlandia…




Trekking sobre el glaciar



Captamos innumerables fotos realmente impresionantes, y una secuencia de una mega ruptura en el hielo, colosal, Susan captó la secuencia completa, yo solo puede tomar esta foto de eso.

Ruptura vista desde la pasarela


Lo más tristes es que cuando nos robaron (días después de esto en Puerto Natales), se fue la tarjeta de memoria donde estaban las fotos que tomó Susan, que por cierto son mucho mejores que las mías. Es lo que más duele del robo.

Aun así, tenemos estas fotos que no dejan de maravillar. Después de navegar por el frente del glaciar, fuimos a caminar por las pasarelas y miradores que han construido para poder observar esta belleza de la naturaleza. Como es otoño, podemos contemplar la transición de los cambios de colores de las hojas caducifolias. Qué espectáculo. La Patagonia argentina y chilena es maravillosa y cautiva.

Glaciar Perito Moreno desde las pasarelas



Volvimos a Calafate antes del atardecer, se nota que la temperatura está bajando y que el invierno se acerca, cada vez hace más frío y más temprano. Nos toca el cambio de aceite, pero cuando fuimos a preguntar, el litro de aceite estaba muy caro! Por lo que decidimos continuar hasta Puerto Natales y hacer allá el cambio. Revisamos el pronóstico y se viene la lluvia, probablemente nieve también.
Acá en Calafate hay un lugar llamado GlacioBar, teníamos la intención de ir pero en realidad gastarnos esa plata en solo 25 minutos (puedes tomar todo lo que puedas, en los 25 mins que se supone puedes estar dentro, por el frío), en algo más atractivo y menos artificial.

Salimos de Calafate temprano, mucho más de lo habitual en caso que efectivamente lloviera, sin embargo como hasta ahora, hemos esquivado la lluvia y el sol nos sigue a todos lados. Íbamos con los trajes de lluvia por si acaso y nos dirigimos hacia el Turbio para cruzar en el Paso Dorotea hacia Natales. La aduana argentina como siempre, no supone ningún problema, menos en moto, la chilena, como todos saben, siempre es distinta.

Hemos aprendido que, por alguna razón cuando vamos en moto, cruzar a Chile ha sido mucho más fácil que mochileando o en auto. De todos los cruces que hemos hecho, siempre, pero siempre, están más enfocados en las motos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, cuántos km/l rinde, etc.

Última estación de servicio antes del Turbio en Tapi Aike

Esta vez parecía ser diferente, nos recibe un “gallo” del SAG (Servicio Agricola y Ganadero) que son los más fregados, con cara de muy pocos amigos, y nos manda a timbrar los papeles de migración.
-Y después vuelven acá para revisar el equipaje.- agregó medio enojado.

Hicimos los papeles y antes de nosotros iban unos brasileños en una camioneta, se dirigían a una competencia, UltraFiord, una Carrera de Aventura bien extrema que se iba a realizar esos días en Torres del Paine. A ellos les hicieron bajar todo el equipaje y pasarlo por los rayos X, ahora nos tocaba a nosotros.

En la declaración de lo que hago ingreso, siempre pongo que traigo productos de origen vegetal y/o animal, como es el arroz, hierba mate, miel, etc. Cuando nos toca pasar, el rostro del hombre ya no era tan enojado, ni revisó los papeles, solo nos empezó a preguntar por las motos y el viaje!!
Luego de hablar un rato me preguntó si llevaba algo, le dije que sí, miel, se despidió alegremente de nosotros y nos fuimos, sin haber revisado nada del equipaje, una vez más. Que rico esto de andar en moto!!

A los pocos kms que comenzamos a dejar atrás el paso, empezó a llover, el aroma a tierra mojada y a flores era muy dulce, que maravilla. Es otra de las cosas especiales de viajar en moto, te conectas mucho más con todo, es más intenso. 

No hacía frío pero estaba bien nublado, así que no pudimos ver los cerros a lo lejos. Antes de llegar a Puerto Natales nos recibe un letrero que decía “Ruta del Fin del Mundo”, así nos daban la bienvenida a lo que era realmente el comienzo del fin del mundo.

Ruta del Fin del Mundo

Al llegar a  Natales, nos encontramos una tenue llovizna, que alegría!! Celebramos ahí mismo en la costanera, estábamos felices. Ya desde Villa O’higgins que veníamos pensando en dar la vuelta creyendo que el clima no sería favorable, pero acá estábamos, hace 9 años yo había venido y al fin regresaba, aquí estábamos, en Natales, entrada a Torres del Paine y el inicio del fin del mundo. Qué genial!

Celebrando en Natales!

Pasamos a informaciones turísticas y luego fuimos a buscar alojamiento. Una vez más por ser temporada baja había poco disponibilidad, a demás que esta competencia del UltraFiord había atraído a varios turistas, hacía que fuese difícil encontrar alojamiento. Así llegamos al Mwono, tenia lo justo y necesario a 9 lucas por persona la cama en pieza compartida y 20 lucas la matrimonial. Obvio, aunque no estamos matrimoniados, nos vamos a esa, jajaja.

Y la felicidad que desbordábamos llegó hasta acá. Le preguntamos al "creepy" recepcionista de la hostal, que en ese momento pensamos era el dueño, por estacionamiento, habíamos visto que atrás había uno grande pero nos dijo que no era de ellos y que no lo podíamos usar.

Bueno, ya habíamos dejado las motos afuera en diversos lugares y veníamos confiados en que en la Patagonia no pasa nada, sabíamos que en Punta Arenas había que tener cuidado por ser más grande, pero nos confiamos en Natales, dejamos las mochilas en las motos, las cubrimos con las carpas y nos fuimos a comer algo, fuimos a una picada muy buena!

No paró de llover esa tarde y había mucho viento. Regresamos a la hostal y un nuevo error, no subimos las mochilas, nos metimos a la hostal y nos pusimos a conversar con el recepcionista, un “gallo” bien raro, tenía cara de hablar poco y de decir “no me webeen”.  Su expresión también era bien rara, había algo en su rostro, como que hablaba, cuando hablaba, sin expresión alguna.

Nos preguntó por las motos, con la excusa que se quería comprar una, el equipamiento y lo que traíamos para viajar, cada cierto rato yo miraba por la ventana y ahí estaban nuestras motos, tranquilitas y estoicas frente al viento.

Pasó el rato y no sacamos la carga, cuando me asomé a mirar nuevamente era muy tarde. Vi una de las amarras en el suelo, el viento inflaba la carpa por lo que de lejos no se veía si las mochilas estaban o no ahí, pero esa amarra en el suelo me llamó la atención, no se podía haber caído sola. Fui a ver y mis temores se comprobaron, nos habían robado las dos mochilas.

El bidón de combustible seguía ahí, también los spray para lubricar la cadena, nos rompieron las amarras de la carpa y se habían llevado el equipaje. Las maletas no mostraban signos de haber sido forzadas, todo el contenido estaba ahí.

La rabia, la impotencia y saber que mayormente era culpa nuestra por confiados no nos dejaba pensar bien. Hicimos la denuncia que de nada sirve, incluso el mismo “paco” le decía a Susan que no hiciera la denuncia "total ellos no iban a investigar y no harían nada si nosotros no teníamos un sospechoso"!!

Más encima hay que hacerles la pega. Recorrimos Natales, hablamos con toda la gente y les contamos lo que nos había pasado, lo publicamos en diversas paginas de Facebook e incluso salimos en el diario, en el Pinguino, pero nada.

Al rato aparece la dueña de la hostal y nos dice que sí se puede usar el estacionamiento y que el "wn" nos dio mal la información, yo lo encaré pero la verdad no había mucho más que hacer, sin pruebas era sólo una corazonada y nuestra palabra, nada más. Él si se disculpó conmigo diciendo que había sido un mal entendido. 

La Aventura comienza cuando algo sale mal… 

Agradecemos a todos nuestros amigos y familiares que nos ayudaron en ese momento tan amargo, a Andrés, el Rey de la Bicicleta de Natales y a todos los que nos tendieron una mano, Jaime, Álvaro, Javier, muchas gracias!!

Después del robo la decisión era una sola, ir a pasar el mal rato a las Torres del Paine, después de todo a eso vinimos, el viaje continua y la lección ya la aprendimos, dura y cara pero la aprendimos!!

Un adelanto de nuestra aventura en Torres del Paine

Sin embargo no pudimos salir ese día, estaba nevando en Natales, habían cerrado el Paso Dorotea, nevaba en Ushuaia y en Río Grande y nos podíamos ir a Punta Arenas tampoco, la primera Nevada de la temporada había sido fuerte. El panorama no era muy alentador, estábamos atrapados en Natales, al menos por unos días, pero aun teníamos motos, nuestras Falcon Rockeras estaban bien y nosotros también, no nos robaron documentación ni plata, el viaje puede continuar...


Algunos preguntaron por número de cuenta para ayudarnos, acá les dejo el mío, muchas gracias a todas y todos por involucrarse en nuestro sueño y en nuestra aventura!! 

Cuenta corriente 1-555-004537-6 del Banco Falabella, Ariel Cantillana R. Rut: 13941480-2. Email: arielcantillana@gmail.com

Buenos vientos y buenas rutas para todas y todos. Nosotros seguimos motografiando América Latina!!!

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