29 sept 2017

Al ritmo del Vallenato

En Valledupar celebramos mi cumpleaños

Este ha sido nuestro lado preferido de Colombia, quizás porque el paisaje es mucho más dinámico. En pocos kilómetros pasamos de dejar atrás el desierto en Maicao para darle la bienvenida a la exuberante vegetación que rodea a Valledupar, o quizás es por el tipo de aventuras que hemos vivido, más del estilo que nos gusta a nosotros. 

Los caminos sinuosos y las cuestas siempre están presentes en Colombia. Pasar desde la cálida selva, subir a altos y fríos paramos para volver nuevamente al calor, la variada y hermosa vegetación que componen el paisaje colombiano es algo típico en el país. 

El 29 de julio llegamos a Valledupar o como se llamaba originalmente Valle de Upar, y yo (Ariel/Uri) estaba de cumpleaños. En la entrada de la ciudad nos esperaba el club Gladiadores, entre ellos había una chica atractiva de piel canela, risueña y de pelo teñido caoba, su nombre es Laura, ella nos invitó a quedarnos en su casa un par de días y junto al club Gladiadores me organizaron una gran fiesta de cumpleaños, con torta y todo. Bailamos y nos embriagamos hasta las 5 de la mañana al ritmo del Vallenato, al menos trataron de enseñarnos, yo creo que Susan aprendió más que yo, jaja. Hace tiempo que no celebrábamos así. Muchas gracias Laura por todo. Fue un cumpleaños inolvidable. Muchas gracias Susan, amor mio por este cumpleaños y este año lleno de aventuras, se nos vendrán muchos más!


La leyenda del Vallenato


Recorriendo la ciudad junto a Laura


Celebrando mi cumpleaños en Valledupar

Estos días avanzamos más rápido ya que se nos había vencido el SOAT y no lo pudimos comprar en ninguna ciudad de la costa ni ciudades cercanas, pues las agencias no lo venden debido al uso indiscriminado que le dan los motociclistas costeños, por lo tanto las aseguradoras no nos quisieron vender el seguro. Así que debíamos circular con mayor precaución para evitar un accidente y que nos fuera a parar la policía. 

En Ocaña hicimos una breve parada que no estaba programada, pero fue un gran acierto. Manuel y su familia nos recibieron maravillosamente, salimos a conocer los alrededores de Ocaña, quedamos impresionados con Los Estoraques, un sitio en Colombia que vale la pena conocer, son unas extrañas formaciones rocosas que han sobrevivido al tiempo y la erosión del agua. 


Con Manuel en los Estoraques





Los Estoraque en Ocaña

Epectaculares vistas en los Estoraques


Susan y yo íbamos maravillados contemplando las formaciones mientras caminábamos entre ellas, conversando con Manuel sobre la situación actual de Colombia y el proceso de paz que se está viviendo. 

Con respecto al proceso de paz, en general las opiniones de las personas con que hemos hablado están bien divididas. Hay quienes están de acuerdo, otros no, hay quieres no creen que realmente se pueda llegar a vivir esa paz, y otros reconocen que hoy Colombia es mucho más seguro que hace 10 años. Quizá hace 10 años no habríamos podido hacer esta ruta con Susan, aún así hay muchos lugares a los que no pudimos ir porque se consideran "zona roja" o caliente. Como el Parque Nacional Catatumbo, dicen que lo controla la guerrilla y está a menos de 30 kms de Ocaña.

En Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela, fuimos testigos nuevamente de la pobreza y la complicada situación que vive Venezuela. Muchos han venido buscando mejores oportunidades, pero en Colombia las instalaciones no dan a basto. Esto se traduce a mucha gente durmiendo en la calle, y la desesperación lleva a la delincuencia, nos cuentan que estos días ha aumentado muchísimo. Incluso se han apuñalado entre ellos mismos por un trozo de pan. Una situación lamentable y que da mucha tristeza al ver a la gente y sobre todo a los niños mendigando y deambulando por las calles.


Fuimos a la frontera con Venezuela, ahí conversamos con un militar que nos cuenta cómo fue el proceso hace 2 años cuando se cerró la frontera, inicialmente sería sólo por 72 horas. Y nos dice que no tiene para cuando abrir



En la Motoposada con Germain, Marlon y el Lobo disfruntando un desayuno al aire libre

La motoposada de Germain es una cabaña a la salida de Cúcuta, ahí coincidimos con dos viajeros colombianos muy buena onda, Marlon y Jhon el Lobo solitario, hicimos muy buena amistad con ellos, recorrimos juntos la ciudad, los alrededores y fuimos al programa de radio en el que Germain es co-anfitrión. 

Germain es muy conocido aquí no sólo por el programa de radio, él también organiza muchas cosas junto al moto club San Germain y su Pandilla. Él también hizo un viaje por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Chile. Es muy amigable, gusta de la cerveza y tiene mucha onda y estilo, cuida mucho su apariencia.  








Germain nos invitó a disfrutar de un show de stunt



En la costa y aquí en Cúcuta es muy popular el Beisball.

Honda Colombia nuevamente nos apoyó, ahora en Cúcuta, nos atendieron inmediatamente y a las pocas horas nos habían entregado ambas motos con la mantención básica para nuestras Falcon Rockeras. Les agradecemos por darnos prioridad y le damos las gracias también a John, presidente del club Honda Cúcuta, quien nos hizo el nexo con los administrativos de Honda. 



Mantención a nuestras Falcon Rockeras con Honda Cúcuta, Supermotos del Oriente

Germain tiene sólo una regla en su motoposada, "pierdan el afán", o sea "no se apuren". En estos días, por primera vez durante el viaje si tenemos afán, sí vamos más rápido, pues nos tardamos más de lo pensado en la costa, y aunque ahora ya tenemos el SOAT, estamos ansiosos de ver qué nuevas aventuras nos depara Colombia.

Los invitamos a seguir viajando con nosotros, el Viaje Continúa con nuestras Falcon Rockeras Motografiando Colombia hacia San Gil, la Quebrada de las Gachas y mucho más.

Agradecemos Honda Colombia, Liqui Moly, Mx Metzeler Chile, Honda Adventure, Año 1, Bujías Brisk Chile, Trail on Fire, Loretta Motos Chile, Indo Trail, MotoCenter, ProCircuit, Relieve y Moto-K.

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