13 oct 2015

Dia 7. Encontramos el Océano más allá de las montañas

Aunque la distancia entre Montevideo y Punta del Este es muy corta, tuvimos que levantarnos temprano otra vez, para cumplir con el check out. 

Luego de tomar desayuno comenzamos la ruta hacia el destino más hacia el este, según el itinerario trazado (más tarde decidimos hacer una parada más allá, en Punta del Diablo, lo que se tradujo en una grandísima aventura) 

Saliendo de Montevideo 

Siguiendo la Ruta Interbalnearia debíamos llegar hacia este último destino, pero el primer tramo lo hicimos siguiendo la costanera hasta donde ésta nos llevara. Alcanzamos un pueblito llamado El Pinar, bien turístico, con muchos campings y se veía bonito. Como nos habían advertido que Punta del Este era aún más caro, dejamos abierta la opción de volver a acampar acá en caso de no encontrar alojamiento allá. 

En la costanera antes de salir a la Ruta Interbalnearia 

Desde El Pinar salimos hacia la Ruta Interbalnearia y apenas cruzamos el primer peaje (acá son todos liberados para motos) vimos una Falcon pintada con los colores de la Policía Caminera, nos detuvimos a observarla y Ariel quería fotografiarla. Entonces se nos acercó un par de policías, con ellos tuvimos una larguísima charla sobre motos, nos dijeron que el día anterior nos vieron llegar a Montevideo y nos dejaron subir a sus motos y tomarnos fotos, la Falcon y una BMW 1200, esta última pesa muchísimo, no sé si podría manejar una de ellas!


 Falcon de la Policía Caminera



Continuamos el camino y nos sorprendieron dos cosas, la primera es que todos los motociclistas usan chaleco reflectante, lo que nos hace sospechar que es obligatorio (algo que veníamos sospechando desde ayer), además manejan siempre muy pegado a la derecha o incluso por la berma, en general como en Argentina, se ven casi puras motos de baja cilindrada circulando por las calles. Lo segundo, y aún más impresionante que notamos, es que todos, absolutamente todos, respetan la velocidad máxima que es de solo 90 km/hr, tanto que hasta nos sentíamos mal de ir excediéndola nosotros, como si estuviéramos cometiendo la peor de las faltas. Más tarde confirmamos con Mauricio, el hombre de la hostal, que si es obligatorio el uso de chaleco y que realmente los uruguayos no van apurados a ningún lado.

Como queríamos conocer la costa, nos salimos en Atlántida buscando una costanera que nos conectara con Punta del Este, sin embargo bancos de arena se comían la calle y luego de un momento nos fue imposible continuar, o quedaríamos atrapados para siempre en la arena con toda la carga que llevábamos, por ello debimos retornar haca la Ruta Interbalnearia.

Arena en el camino

Y finalmente encontramos al gigante que emerge de la arena y el océano que está más allá de las montañas!!! tuvimos que recorrer toda la rambla dando la vuelta desde playa Mansa hasta la Brava, y allí encontramos unos dedos gigantescos que sobresalen en la arena, y que son obra de un artista chileno, de apellido Irarrazabal, el mismo autor de la Mano del Desierto en Atacama.

Los dedos!!



Luego de fotografiarlos para la posteridad fuimos en busca de un hostal. Unos hombres que conocimos en la playa nos dieron el dato de un hostal a 10 dólares, pero al llegar ahí eran 18, huimos hacia La Barra buscando otros hostales que también sabíamos que costaban US$10. Pero allí estaba todo cerrado!  Encontramos uno a 95 dólares, por persona! Uffff terrible; encontramos otro a US$15, el hostal "Iguana de La Barra" , allí alojamos y salimos a buscar algo para comer, encontramos un local más barato, llamado "La Panadería de La Barra" allí nos comimos unos chivitos a $U210. Ya alimentados volvimos a dormir.

La Barra es distinta, hay bosques de eucaliptos y caminos de tierra, a orillas del arroyo Maldonado, un lugar muy lindo y tranquilo, al menos en esta época del año.

La Barra

 Arroyo Maldonado 

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